“Andamos como andamos porque somos como somos”
Filósofo de Güemez
En México tenemos elementos que de una u otra manera son parte de nuestra cultura: el tequila, nuestra comida, el mariachi. Ayudan a definir nuestra nación porque las sentimos nuestras. “Es más mexicano que el mole” solemos decir cuando queremos expresar ese sentido de identidad.
Pero hay una cosa más que también nos identifica y que, por estar tan presente en nuestra vida, hemos dejado de ver. Es una especie de hongo que se reproduce de manera casi espontánea, al grado que no me sorprende cuando, en la mañana, de la nada, aparece uno en mi camino. Es el tope, esa pequeña elevación en el asfalto -a veces no tan pequeña- que sirve para reducir la velocidad del auto.
Puede parecer fuera de lugar dedicar este texto a ese pequeño artilugio, pero vale la pena hablar de ello. No podemos negar que es común encontrar en las calles de la ciudad de México hasta seis topes en un tramo menor a 100 metros de largo. Y no es un caso raro, se repite por todo el país. Existen topes en carreteras, en calles empedradas, en vías rápidas; no me extrañaría encontrar un tope en una calle peatonal o en una pista del aeropuerto. ¿Qué estamos haciendo mal?

El tope es un símbolo perfecto de algo que ha impedido a México progresar al ritmo que requiere. Es una muestra silenciosa y permanente de nuestra incapacidad para vivir en sociedad: no cumplimos ni hacemos cumplir los reglamentos –en este caso el de tránsito-, no mostramos respeto hacia los demás, tenemos poca imaginación para resolver problemas de manera eficiente. Si en una calle atropellan a un peatón, en poco tiempo aparecerá un tope en ese lugar con la esperanza de evitar una nueva tragedia. Y si acontece otro accidente en la misma calle, a diez metros del tope original, la solución será colocar ahí un tope más. Hemos llegado al punto de tener topes en cruceros con semáforos porque sabemos que nadie respeta la señal de la luz roja.
Existen topes de diferentes tamaños, colores, materiales y sabores, todo depende de la imaginación y recursos disponibles en el momento en el que se colocan. Es interesante que, siendo un objeto tan común en las calles, en la Ciudad de México apenas se discute la realización de una norma técnica para regular este artefacto. Es otra muestra de la manera como funcionamos en México, hacemos las cosas “al aventón”, por eso nos cuesta trabajo normar de manera clara y precisa algo tan simple como un tope.
Esto no sería tan grave si los topes existieran solamente en las calles. Pero analizando el tema con calma, encontramos que somos expertos en colocar topes donde se necesita agilizar el desarrollo de nuestro país. Existen topes en nuestras leyes y reglamentos, en la actitud de los políticos para cambiarlas, en trámites de todo tipo sin importar si son del gobierno o de una empresa privada. Todos los días enfrentamos situaciones en las que encontramos topes. No es raro que al pedir un servicio escuchemos: ¡Uy! ‘tá difícil, a ver qué se puede hacer. La gran profundidad que encierra esta frase es lo más triste, indica que siempre esperamos el tope, que tenemos una natural disposición para frenarnos. Nunca podemos mantener la velocidad de manera que la marcha sea continua y sin problemas. El freno es el pedal que más se utiliza en México.
En el Diccionario de la Real Academia Española encontré que dentro de las definiciones de tope están: tropiezo, estorbo, impedimento, punto donde estriba o de que pende la dificultad de algo. Eso es lo que sucede, tenemos tropiezos, impedimentos para avanzar que nosotros mismos hemos colocado y que no nos sorprenden. Sentimos que los topes son algo natural, consideramos que ahí deben estar, hasta los esperamos. Pero no es lo ideal, debemos luchar por tener un país sin topes, un país en donde la norma sea que las cosas avancen con agilidad.
No busquemos razones de la falta de desarrollo más allá de nuestras fronteras. La causa de nuestro atraso la hemos creado nosotros. Siempre construimos topes para todo, en cualquier lugar. El principal tope es el que está dentro de nuestra mente, no lo vemos, no lo notamos, pero ahí está. Por lo tanto, la solución estriba en demoler ese tope individual, en cambiar nuestra actitud. Es necesario para acelerar el desarrollo que tanta falta hace en México. Si no lo hacemos seguiremos criticando a nuestros dirigentes y continuaremos buscando culpables en todos lados, pero los topes seguirán existiendo en nuestro país.
Amigos:
Les lamento informar que una invitación para leer esta la publicación fue censurada en un foro MEXICANO.
Puse un post en la sección de Fuera de Tema del foro; en donde ponía la invitación a leer este artículo. Hoy en la tarde fue movido a un lugar en donde no se puede entrar. Ya mandé mensajes privados a todos los administradores del foro, preguntando la razón de esa acción y nadie se ha dignado en contestar.
Seguimos poniendo topes en nuestro país y luego nos quejamos de por qué no avanzamos…
Con tristeza y enojo:
Emilio Mendoza
Mi estimado Emilio, el tope es sólo un reflejo, una consecuencia, un síntoma más de algo que a simple vista no está bien, pero tengo que señalar, que desafortunadamente nuestra sociedad mayoritariamente está compuesta de holgazanes, que si les pones la hora de netrada al trabajo a las 7:00, y una TOLERANCIA de 15 minutos, entrarán por lo regular a las 7:15, muy pocos lo harán a las 7:00 y menos lo harán antes de esa hora. Cuántas veces no vemos los automovilistas, peatones cruzando JUSTAMENTE DEBAJO DE UN PUENTE PEATONAL, porque les da pereza subir unos 50 escalones, cruzar y bajar otros 50, y todavía se enojan si les reclamas. Sin equivocarme demasiado, te puedo asegurar que son pocos los “defectos” básicos de nuestra sociedad: La intolerancia a todo lo que es diferente, a lo que progresa, la falta de sentido comunitario, es decir, el egoismo o individualidad, si hay un negocio y te puedo sacar ventaja, lo haré, y lo mejor sería que ambos sacáramos ventaja, no crees? Otro defecto común, es el siempre latente deseo por la vida fácil sin importarnos a quién perjudiquemos, el racismo es otro defecto muy marcado, en fín, defectos hay muchos, pero para quitarlos de uno en uno, lo que le hace falta a nuestra sociedad, es un cambio de mentalidad radical, por las buenas, o por las malas, ya basta de “adorar” al extranjero, de hacer amistad con la persona incorrecta, etc…
En cuanto a la censura en un foro, desafortunadamente los foros mexicanos no construyen como los foros internacionales, precisamente por la intolerancia a lo diferente, a lo mejor, a la envidia de que puedas COMPARTIR algo que alguien no puede o nunca podrá. Yo por eso dejé la gran mayoría de los foros nacionales, sólo son puntos de reunión para destruír al que aporta y comparte y donde lo importante es solamente exaltar sólo al simpático aunque no aporte absolutamente nada mas que comentarios sin valor temático pero que causen gracia, fíjate bien y no miento, un foro y más aún como en el que te censuraron, destaca tristemente la gran mayoría de los defectos de nuestra sociedad, ahí no se crece si no te hincas ante el hombre “simpático”, y lejos de crecer, son puras críticas destructivas que no llegan a ninguna parte. Para mí los foros nacionales ya me dieron lo mejor: los amigos. Yo a tí en lo personal te conocí mucho antes de que existiera ningún foro nacional de aeromodelismo, de hecho, mi hermano a quien tu conoces y tu servidor, hicimos el primer foro mexicano en Yahoo, que murió después por el formato un tanto incómodo, lo demás, eso ya es historia. Un saludo!!! RVE.`.
Me llegó una respuesta por parte de los administradores del foro. Creo que es peor que la acción pero aquí la transcribo:
“…tu tema como bien dices no esta fuera de lugar y la sección en donde los posteaste no es incorrecta aquí lo que sucede es que te estamos protegiendo a ti! si, a ti, no a nosotros, en nuestra experiencia como administradores de … te puedo decir que bastara una persona que no le parezca por X razón tu blog y diga algo malo para que se arme una novelota de 7 días y terminen hasta a mentadas de madre, no por ti, simplemente porque así sucede hay gente que parece que nada mas esta viendo como armar problema y desgraciadamente engancha a mas gente y se arma unos broncones, si yo lo hubiera visto también lo hubiera quitado por lo que te explico, pero no tiene que ver de una forma personal contigo, espero que lo entiendas y sigas con nosotros y de ser así al tiempo veras que tengo toooooda la razón y que de momento es la mejor decisión.”
Me demuestra que, además de ser una sociedad que le pone frenos a todo, tenemos un síndrome paternalista (este tema merece una reflexión completa en otra entrada del blog). Parece que nos consideramos incapaces de asumir una postura, de defender un argumento y que somos niños.
NO merecemos que nos traten como niños, somos gente con inteligencia, criterio y capacidad de reflexión, al menos eso pienso de todos mis lectores.