No son mis pasos que vacilan
en el suelo que se mueve,
caminar en veredas quebradas
y seguir, andar
sin pensar, continuar;
no es fortaleza o decisión,
ni deseo de ser,
es la maldita terquedad
de seguir, seguir,
escribir,
escribir,
escribir,
sin más idea que la nada,
sin rumbo, mapas
por caminos torcidos
y ahí, impaciente
el suelo se mueve.
Poemas
Punto
Un punto
sin dimensión, lienzo;
rompe la cadencia
es todos los siglos.
Un punto
sin tiempo, eterno;
contiene todos los mitos
y un dios antiguo.
Un punto
sin fondo, hueco;
intangible abismo
es sólo mío.
Un punto
marca mi tedio;
lo he visto y
he caído.
Tiempo confuso
Somos letras, somos un raro aliento, lejos, lejos de todos somos poemas que escribe el insomnio, que caminan lejos, lejos de todos. Sólo dejemos que este frágil viento se lleve las fracturas, grietas, restos de sequías añejas donde duermen nuestros trazos sin tinta. Sólo dejemos que este frágil tiempo se lleve los rencores y los ajenos versos fracasados de aquellos que alguna vez nos sonrieron. Somos letras, somos raros deseos, cerca, cerca de todo; un poema se escribe en nuestro aliento, ese nuestro cercano, raro aliento.
Búsqueda
Más allá de lo poco que nos queda, del otro lado de los ojos rotos, cerca del gran abismo de la infancia; está la tumba del primer poema, quebrados bajo una lápida ausente, sepultados aguardan esos versos, ¿Cómo podrás intentar encontrarlos si nunca has visto letras en el viento?
Febrero
Largas sombras en el Sol de febrero, insaciables, hambre de recuerdos, alegrías en la fría banqueta que se arrojan, se olvidan, mueren. No importa si existieron, importan los restos y el dolor que quema, ese dolor queda, dolor que dejan, desvalidas sonrisas que las sombras devoran.
Despertar
Comienza otra fría madrugada, palidecen las serenas sombras, una mirada se aleja es un mar de dudas, olas entre sábanas, un fuerte viento, tempestad de ideas y recuerdos; en el horizonte tu silueta callada derrumba los sueños náufragos, se olvidan los recuerdos; amanece, luz que abre la ventana y resplandece el litoral. Casi todo es nada.
Lugares
Despierto en lugares con tiempo de odio,
lugares siempre ancianos.
Mis calles están sedientas de sangre,
donde se olvida que existe el silencio
donde la violencia es infinita hambre;
se pierde todo menos el olvido,
recuerdos ya marchitos.
Duermo en lugares de tiempo rasgado
que vigilan sus fríos edificios,
torres de concreto siempre manchado
donde los viejos rencores no duermen,
donde mueren las voces.
Sueño con pasos sin prisa en mi acera,
serenidad en cada madrugada,
caminar en mañanas sin violencia,
caminar y recordar lo escondido;
pasos siempre tranquilos.
Y despertar antes que llegue el tiempo
traspasar dormido la vieja noche
tomar lo que se pierde en este estiércol
y respirar en mis viejos recuerdos
respirar aquel beso.
Sueño con lugares sin tiempo de odio
sin violencia en mis días.
Náufrago
Vi un viejo barquero perdido en tierra, caminaba en las ruinas de su tiempo sobre bordes de historias ya contadas, memorias que se cierran. Sobre una áspera vereda de polvo naufraga en recuerdos su vieja barca, se hunde con trozos de noches ancianas queda su timón roto. Vi a ese triste hombre caminar sin remos, otro barquero como muchos otros, tantos que perdieron su barca, el río en tormentas de tedio. Los veo en mi sueño, en ellos me miro, olvido que una vez tuve mis remos, fue un tiempo lejano que cruce ríos; un perdido barquero.
Un hombre
para Hugo Secco
Se fue como se va un guerrero, silencioso, a paso lento, sin dejar deuda pendiente, sonriendo; hoy en el viento llega el silencio, un largo silencio, y un vacío que inútil intenta dominar nuestra acera. Corre la brisa en las calles, en las aceras que extrañan sus pasos ausentes… y la lluvia, pertinaz lluvia serena compañera de Curitiba, lo busca en sus parques, ella también lo extraña. Saudade de tantas palabras, saudade de tanta saudade… Se fue como se van los héroes deja su magia en nuestra senda; se fue como se van los sabios, su mirada que aún enseña; se fue como se van los grandes, deja su eternidad, hoy es nuestra.
Inercia
No existen imágenes en el viento
más allá de secas hojas que mueve,
son viejas pesadillas que se arrastran
en las calles llenas de perros muertos;
sin verlo sé que existe el movimiento
como existe cada pecado oculto
la certeza que vive en mi ceguera
de saber que puedo sentir que siento;
ver como el viento desarma las hojas
de la inercia contenida en sus miedos,
no existen imágenes en mi mente
sólo tu epitafio arrastra mi historia.