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Dragones

Me alimento de dragones ancianos,
devoro su fuego apagado:
sus ojos,
sus colmillos,
sus escamas,
sus alas,
sus garras,
sus sueños.

Grandeza de días pasados,
me nutre su leyenda.

Y la eternidad
esa eternidad,
su eternidad,
queda en mí.

 

Foto por Liliane Mendoza Secco

 

 

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