Agua que seduce al viento, vuela entre árboles, rocas; río que entrega su alma en un gran vacío, agua que abraza al cielo sin saber que no existen caricias; amor suicida que cae en riscos, húmeda neblina, lágrimas y ahí la piedra no canta sólo observa en silencio y el agua llora, se lamenta; amor imposible, eterna caída y un ave llega, vuela, alas, dan consuelo; agua que seduce al viento.
Hice una pintura de tu poema. Me llego al alma. Gracias. Se la envie a mi hermano Alejandro Santistevan. Me comentó que se conocen. Ojala te la envie.
Gracias a ti, por leerme, por tu interés, por tus palabras y acciones. Y espero la fotografía de la pintura, ¡Saludos!