A mi hija Liliane
La fría madrugada se iluminó, no fue que amaneciera más temprano; larga, triste, la noche terminó, largo, bello, el sueño comenzó. Diecinueve febreros han pasado, diecinueve inviernos ya sin frío, largos años de travesías sin hastío que tu linda sonrisa ha recorrido. Hermosa completaste nuestra vida, inventaste palabras que faltaban, rompiste por completo el vacío, llenaste con tu luz el vacuo nido. Existimos, navegamos y anhelamos, somos contigo, junto a ti, por ti, diecinueve, el futuro marcado que tendrás, sonriendo, a nuestro lado.
Los hijos son nuestro impulso cada día. Felicidades Liliane