Una reunión de sábado…

Hace algunos días tuve la fortuna de pasar una deliciosa tarde de sábado con mis amigos de la carrera de Ingeniería; 25 años después de haber entrado al salón para recibir la última de las clases en la Universidad.

Camina el tiempo y con él, la nostalgia. Al ver reunidos a mis viejos amigos, escuchar los chistes, platicar las anécdotas tantas veces contadas y no por ello tediosas, es imposible no escuchar el eco de aquellas bromas en la Universidad, aparentemente pérdidas en el cajón de mi mente, reafirmando la gastada idea de aquello que fui es lo que  soy.  Años que pasan y van dejando marcas en cada uno de nosotros, a veces con dolor, otras con sonrisas, pero que nos han mostrado que el camino de la vida no es bueno ni malo, simplemente esta ahí para caminar y vaya que hemos caminado, a ritmos diferentes, pero todos tenemos algunos pares de zapatos desgastados tirados en la orilla del sendero. Todos tenemos experiencias que en su diversidad forman un mosaico que aún no alcanzo a ver en su totalidad.

Por eso lo mejor de la reunión no fueron las pláticas añejas, fue el momento en comenzamos a discutir el presente y el futuro de lo que somos, de lo que estamos y vamos a hacer por nosotros, por nuestras familias, por nuestra comunidad; esa plática de sobremesa con ideas diferentes, con puntos de vista a veces encontrados.  Excelentes discusiones que no tienen el vanidoso objetivo personal  de imponer criterios,  sino el gusto de enseñar algo a los amigos; pero sobre todo el placer de aprender de ellos. Creo que el ingrediente principal para poder tener este tipo de reuniones es que la vida ha ido limando las envidias que pudieron haber existido entre nosotros, esas envidias que solamente sirven para alimentar la hoguera del rencor, que impiden disfrutar lo que somos, lo que tenemos y compartimos con los demás.

Reflexionando después de esa reunión, me pregunto: En realidad ¿Qué, quién soy?, ¿La persona de la cual únicamente yo soy conciente? o ¿Aquello que los demás ven de mi?. Creo que soy una especie de unión de estos dos conceptos, no puedo existir sin mi relación con los demás, estas letras no tendrían sentido si nadie las lee. Si esto es realidad, entonces parte de mi grandeza es la grandeza de los demás, razón aún más fuerte para arrancar las ramas de envidias y comenzar a ayudar a los otros a ser mejores; no se trata de una cuestión de ayuda al prójimo, es una actitud que en el fondo es muy egoísta:  Si mis amigos son mejores, entonces yo soy mejor, así de fácil.

Inclusive aquellos que son unos grandes hijos de la tiznada, unos verdaderos pero exitosos cabrones, pasan por la vida ayudando a los demás a ser mejores sin darse cuenta de ello. Se aprende de los trancazos, de las angustias que genera la relación con un tipo de estos; pero es cierto que por cada uno que aprende de ellos, algunos otros quedan aplastados sin posibilidad de recuperarse. Por ello: ¿Cuántos de estos cabrones pueden tener el gusto de disfrutar una tarde de sábado con viejos amigos? No lo sé, y prefiero no averiguarlo. Lo que si se, es que yo tuve ese gusto: tener una rica tarde con muchos de mis amigos, disfrutando de su compañía, pero lo más importante: Tener el placer de aprender de cada uno de ellos, de poder ser mejor gracias a ellos.

¡Gracias amigos, por todas las tardes que están por venir!.

1 comentario en “Una reunión de sábado…”

  1. Con el gusto de leerte mi querido Emilio, tiene sentido el juntarnos con el corazon de cada uno de los asistentes que reunimos la energia necesaria para llegar a la cita.
    La espectativa convertida en felicidad y alegria de ver a los protagonistas de una etapa muy divertida y feliz de nuestras vidas.
    El entusismo de recordar las vivencias, chuscas emocionantes y divertidas, de estudio y de compromiso.
    Como dice el dicho “RECORDAR ES VIVIR”.
    De hoy en adelante en cuanto queramos, podremos concretar todos los proyectos que nos propongamos en el grupo, seguro estoy de ello, solo por una razon, la amistad.
    Gracias a todos y “ARRANQUEMOS ESTA NUEVA ETAPA DE VIDA “

    Responder

Deja un comentario