Días extraños, confusos, días de un calor horrible; en donde la suciedad de sudor y polvo se mezcla con la falta de ideas, manteniendo solo un anhelo desesperanzado de que llegue la noche para dormir y no pensar. Porque tampoco es soñar, los sueños solo generan una cruda horrible al despertar y encontrar que el sudor y polvo siguen ahí, no importa cuánto nos bañemos, cuánto soñemos, no desaparecen.
Solo se trata de dormir, sin soñar, sin pensar; para olvidar un poco lo que nos pasa, para poder tomar algo de fuerza y ver si en la mañana siguiente, con un clima más frío, podemos quitar todo el polvo, la mugre que traemos encima.
Tiempos confusos, revueltos; pero posiblemente sea solo un sueño, un mal sueño y en un momento despertaré, para ver la realidad.